Me acordé de unos fragmentos de unas conversaciones de José Edmundo Clemente, que fue director de la Biblioteca Nacional (Borges, Director de la Biblioteca, Página 12, Colección Fin del Milenio, 1998; págs. 58-59.)
Son a propósito de Borges y Marechal, por ejemplo. Y de la política, también.
Yo era amigo de Marechal. Marechal me contó a mí que el 17 de octubre del año 45 él estaba en la puerta de su casa (...) y vio pasar a toda la gente que iba para la Plaza de Mayo, y entonces se puso él también en la fila y fue caminando con la gente. Y se hizo peronista. Me dijo: "Yo confié en Perón". Y entonces se produjo una ruptura con Borges y con todo el grupo, porque no se olvide que Marechal dedica toda la primera edición de Adán Buenosayres a los feligreses de la revista "Martín Fierro" y después saca la dedicatoria en la segunda edición. (...) Borges se distancia de él y dejan de hablarse. Ahora, años más tarde muere Marechal, y se hace el velorio en la SADE que está a tres puertas de la vieja Biblioteca Nacional. Esa tarde en la Biblioteca nos quedamos conversando con Borges y de pronto Borges me dice: "Véngame a buscar más tarde, así me acompaña, pero ahora voy a ir a la SADE a despedirme de Marechal". Entonces yo dejo pasar un rato largo y lo voy a buscar. Eran las diez y media de la noche y estaba solamente Borges y nadie más, solito. No había nadie en el velatorio. Entonces lo tomo de la mano y él, con mucha emoción, me dice textualmente: "¿Será, Clemente, que por esta política de mierda nos hemos peleado tanto? Y yo lo quería mucho como amigo".
No. No creo que fuera solamente la política, mire vea...
Pero...