viernes, 12 de noviembre de 2004

Algo más del '40 poético, y no lo último. Allí figura Marcos Fingerit, hermano de Julio, santafesinos. Junto con Jacobo Fijman y Raquel Adler, forman parte de un grupo de judíos conversos. Julio, por ejemplo, fue el primer director de Número, la revista que fundaron los jóvenes escritores y poetas que se fueron medio a los gritos de la primera revista Criterio, allá por 1930.

De Marcos Fingerit tengo, por desgracia, nada más que unos cuantos poemas en antología de sus casi 20 libros de versos publicados. Se parece en algo a Fijman en la imaginería y en el sabor de las metáforas, aunque más 'ordenado', menos místico. Hay unos 'hokkus' que ya publicaré. Pero, por ahora:
Canción trémula

Se hizo buena mi mirada
todo de mirarte.

Dulce eres, hermana, así como
árbol florecido.

Da una bondad el mirarte,
cerezo florecido...

¿Quien te miró, la mirada
no tiene más buena?

¡Si sólo con mirarte, buena
se hace mi mirada!


(De Canciones mínimas y nocturnos de hogar, 1926)
Y este otro que bien puede ser un hallazgo deportivo-filosófico:
Frontón

Contra el paredón del alba,
jugador bizcaitarra,
en duro saque,
lancé mi corazón como pelota.

Mi contrincante negro,
Don Dolor,
campeón de todos los frontones,
perdió un tanto
definitivo.

Reventó entre las manos
del mundo de mis tristezas
un atronador aplauso.


(De Antena, 1929)