martes, 21 de abril de 2020

Soneto V


Y vi en el rastro que la tarde deja
una premonición de noche oscura,
que silenciosamente nos conjura
y nos pide partir sin una queja.
Oscura como el hierro de tu reja
llegó la noche tinta, y su escritura
traza en el aire notas de ternura,
mientras la calle de tu voz me aleja.
Yo creo que fue ayer. Pasaron años.
En el río del tiempo fue la vida,
mientras el corazón navega lento.
Qué poco queda de los desengaños.
Qué extrañamente el corazón olvida.
En qué sin tiempo vive el pensamiento.