sábado, 18 de abril de 2020

Soneto II


Rosados son el alba y el crepúsculo.
Azul el cielo que verán los ojos.
Roja es la flor de rosa y perfumada.
Marrón la tierra que mis pasos pisan.

Verde es el pasto en valles y laderas.
Amarillo el otoño declinante.
Blanco es el corazón de las palomas.
Negra la noche en la que el día duerme.
Colores tiene el mundo que yo habito.
Matices sin medida, una paleta
que un ingenio pintor vierte en las cosas
para que sepa que por esa escala
(también por esa escala colorida)
puedo llegar un día adonde vive.