sábado, 27 de abril de 2019

La paz del limonero


Gobernando mi flanco, a mi costado
se alza tu gracia verde furibunda,
mis ojos en azahares, la jocunda
solemnidad de tu limón dorado.
Tutor de mi esperanza, me circunda
el ritmo de tu fruto, levantado
en andas de este mayo, agazapado
en promesa de zumo que me inunda.
Y desde ti, buscando el cielo arriba,
injerto de tu sombra, me he rendido: 
quiero tu verde grávido, y espero.
Quiero que al fin del tiempo me reciba
ese rumor fragante conocido
que viene de tu paz, mi limonero.