Hubo otro día como hoy.
Pero distinto.
Fue en otro otoño,
no éste de hoy.
Un día claro u opaco,
gris, tal vez frío,
o azul y verde como el de hoy,
y fue antes,
otro veintiocho de abril,
en un tiempo que no distingo ni recuerdo.
Está en la historia de los hombres.
Está en mis manos,
en mis huesos y mi sangre.
Sé que está.
Sé que, desde entonces, en mí ya no será nunca.
Vino hoy a decirme que lo he olvidado.
Pero alguien lo recuerda,
siempre en presente.