martes, 27 de noviembre de 2018

La anónima voz




Me regalaron ayer un libro enorme. Tiene unas 900 páginas que vieron la luz en 1944, en su tercera edición. La primera es de 1938. La editorial: Zig-Zag, de Chile

El autor es el chileno Roque Esteban Scarpa quien recopiló en este volumen poesía religiosa española desde el Cantar del Cid hasta sus días de la década del '40. No sé que haya una edición posterior.

Lleva por título Voz celestial de España, un acierto, como casi todo lo que leí de autores consagrados o menos conocidos.

Sin embargo, yendo al final del volumen, encontré un capítulo que se llama La anónima voz.

Son versos andaluces anónimos, dichos en su dicción andaluza. Un hallazgo.

Llora, llora, maresita,
tu amor fué crucificao.
Tu hijo con su sangresita,
lavará nuestros pecaos.
Perdona a los que han llorao.

*

Mirarlo por donde viene
er mejó de los nasíos,
los ojos esparpitaos,
y er rostro descolorío.

*

Pilato por no perdé
er destino que tenía,
firmó sentencia crué
contra el divino Mesía.
¡Lavó sus manos despué!

*

Er peso lleva doblao
por el peso de la crú,
y los sayones asotan
su cara yena de lú.

*

Yegó a sudá sangre pura
de pasá tanto quebranto,
y tomó er coló der lirio
su cuerpo de marfil santo.

*

De las flores más bonitas
voy a jasé una corona,
pa ponérsela a María,
hermosísima paloma,
gala de la Andalusía.

*

En la calle e la Amargura,
Cristo a su madre encontró:
¡no se pudieron hablá
de sentimiento y doló!

*

La corona der Señó
no é de rosa ni clavele,
qu'es de junquito merino
que le traspasa la siene
a este cordero divino.

*

Ya viene las tres Marías
con los tres calis de plata,
arrecogiendo la sangre
que Jesucristo derrama.

*

¿Qué es aquello que reluse
en aquel monte florido?
Es Jesús el Nazareno
que con la cruz se ha caído.

*

Debajo del palio va
la estrella más relusiente;
sus ojos paresen fuente
llorando su soledá.

*

La Virgen está lavando
y tendiendo en el romero:
los angelitos cantando 
y e romero floreciendo.

*

El niño de María
no tiene cuna;
su padre es carpintero
y le hará una.

*

La Virgen de los Dolores
siempre la traigo conmigo;
quer que no la trajiere
no me tenga por amigo.

*

Virgen e los Dolores,
dolorosa mía,
en lo más jondo e mi corasonsito
te tengo metía.

*

¿Adónde va, hermoso clavé,
caminando, buen Jesú?
Tres vese te vi caé:
¡ya no puede con la crú,
siendo tú el de Gran Podé!

*

Lusero de dó en dó,
estrella de cuatro en cuatro,
van alumbrando al Señó
la noche del Jueve Santo.

*

¡Oh Virgen de lo Servita,
no tenga pena denguna,
que tu hijo resusita
entre la dose y la una!

*

Madre mía e la Esperansa,
Madre del Divino Verbo,
échale la bendisión
a este pueblo macareno.

*

Un árbol hay en la iglesia
con espinas y sin flor;
en cada ramita un ángel
y en medio Nuestro Señor.