martes, 3 de octubre de 2017

Del río


Por la llanura libre va tu río
que viene a mí sin voz y mansamente
y lo dejo correr. Con la corriente
dejo que vaya todo lo que es mío.
Es tuyo y mío el río, pues su fuente
fluye en nosotros con amor bravío,
que es navegante y a la vez navío
en su coraje líquido y torrente.
Miro en la margen que miramos juntos
el árbol viejo que supimos nuevo
cuando era el mundo cántico y promesa.
Y tiernos y aromados contrapuntos,
que de tu río en la memoria llevo,
vuelven a mí, cuando tu voz regresa.