Je suis partout, en elegía
Ahora sin tu voz, je suis partout.
Y ahora que no estás, no estás en todo.
El aire es aire y el arroyo es agua.
La piedra luce gris. El viento sopla.
La mañana es la luz, la noche un hueco.
Y el pájaro que vuela, sólo vuela.
Ahora que no estás, todo es si mismo.
Y todo es porque sí y no en tu nombre.
Y los sabores saben sus sabores.
Y los aromas son, sin más propósito.
Y el campo es campo. Y la montaña es alta.
Ahora que no estás, nada te es propio.
Ayer vi juncos, garzas y lagunas.
Antes de ayer vi un bosque, una vertiente.
Y un día más y alguien cantó a mi lado
y era una voz y era una melodía.
Todo es verdad, en todo y cada cosa;
todo tiene su voz sin tu presencia.
Ahora que no estás, je suis partout.