jueves, 14 de abril de 2016

Vendimia de tu voz


En las hileras tintas de tu canto
yo vendimié mi amor, como si fuera
la fruta dulce que tu amor me diera:
el vino de una voz que esperó tanto
y que en mosto lloró, hasta que el llanto,
zumo de otoño que el borgoña hiriera,
virtió en la copa que tu amor espera
el olvido feliz del desencanto.
Mi corazón en roble guarnecido
madura tu dulzor, mientras mis días
le dan solera al sol de tu mirada.
Y tu voz -ay, tu voz...- me ha renacido
en viñas sin agraces, melodías
que siembro en surcos de tu voz cantada.