lunes, 7 de diciembre de 2015

Décimas de tu canto


Todo el silencio del mundo
se calla al oír tu canto
y su encanto encanta tanto
que hace del tiempo un segundo.
Cala, tierno, tan profundo
que no hay pena que resista
ni soledad que persista,
si el aire tu voz navega:
feliz todo se te entrega
al yugo de tu conquista.

Pero si acaso un momento
tu voz de plata enmudece,
con el silencio que crece
gime en el mundo un lamento.
Es más ronco y fiero el viento,
el mar en su furia atruena,
la tierra brama su pena,
todo se vuelve feroz:
hasta que llega tu voz
y el corazón se serena.