De la espera amante
(Aire de triste)
La loma del trebolillo
respira el aire de mayo
y un alazán de soslayo
mira el campo, huele el viento
y se va tranqueando lento
con otro alazán y un bayo.
Frío el llano, madrugada,
niebla que el día demora,
una calandria que llora
entre el ramaje de un tala
y en su trino triste exhala
el amor que la enamora.
Junto al puntal del alero
la moza mira la huella
y espera ver si por ella
su corazón aparece;
pasa el día, ya atardece,
el cielo ya dio una estrella...
Se oye un relincho en el bajo
y una figura galante
bajo la luna brillante
parece que se ilumina
en los ojos de la china
y en su corazón amante.