domingo, 21 de septiembre de 2014

Elogio, con E de Enrique


A Banchs, ya en su cielo de poesía


Enrique, de tu voz la luz asoma
como una barca que en el mar titila:
tu voz de halcón, que endulza en la pupila
el aire en el que arrulla la paloma.
Enrique, en los lagares de tu idioma
hay un mosto de amor que se destila
con tu mirada frágil y tranquila,
y que en tus versos se nos vuelve aroma.
En esta urna duermen las cenizas
del cascabel que tañes con tu mano,
y son un fuego que callado atizas.
Que este elogio a tu canto glorifique
ese misterio del callar temprano
que nos dejaste en tu silencio, Enrique.