jueves, 21 de agosto de 2014

Como el tiempo


Pasé a tu lado, silenciosamente,
como si fuera el tiempo
que pasa y que no ves.

Anduve con sigilo;
con el paso mudo del aire y la mañana;
imperceptible como los ruidos de la calle,
como una flor en un jardín de primavera,
como un ladrido en la siesta de verano,
como un ave nocturna que canta sólo una vez en la noche.

Omnipresente,
invisible y lejos,
como un firmamento que nos fulgura en vano.

Anduve entre los días y las cosas;
los días y las cosas que el ojo no detecta,
que el oído no sabe,
que el tacto ignora,
que el gusto desconoce,
como los aromas conocidos que olvidamos.

Pasé a tu lado, silenciosamente,
como si fuera el tiempo
que pasa y que no ves.

Y ahora estoy en la tierra y el agua,
apenas instrumento,
apenas un camino,
apenas en el medio, como la distancia o la tarde.

Silenciosamente,
como el tiempo.