jueves, 10 de abril de 2014

Pastora


En el cielo temprano de estos días
llega una luz, como los ruiseñores
que en tus sierras te cantan alegrías.

Libo con mis abejas de las flores
que tu panal trapicha en miel dorada,
mientras endulza el aire y mis amores.

Llevo mi corazón a tu majada
y en todo el cerro vas como pastora,
arriándome la voz enamorada.

Trisco la hierba de tu voz sonriente,
y abrevo de tus ojos la frescura
con mi ovejuna sed que te presiente.

Y pastando tu luz en esa altura,
a la sombra, en silencio, en tu sosiego,
me abriga el derredor de tu figura.

De tu rebaño soy, como un borrego
ciego de ti por estas serranías
voy en tu amor, feliz y rebañego.