viernes, 18 de abril de 2014

En una misma noche


En una misma noche acontecieron
ese amor nuevo y ese mal antiguo
y los dos, en su afán, buscando al hombre:
uno en la herida, el otro en su miseria.
En una misma noche fue la herida
que hirió de muerte a un dios enamorado;
y hubo otra herida: desgarró a la muerte
que agonizó con él, ya derrotada.
En una misma noche ardió el amante
y un odio ardió a la vez aullando furia,
mientras el hombre duerme en su esperanza.
En una misma noche, revivido,
el amado despierta a un amor nuevo
y ve una envidia vieja, inmóvil, sola.