miércoles, 12 de marzo de 2014

Progre

- No sé..., vea. Usted dice que hay progres de mierda y otros que no... Yo no sé...

- ¿Y por qué no? Buena gente hay en todas partes.

- Eso es verdad. Pero le digo que el progresismo en cuanto tal es cosa de mierda. Cualquier progresismo. Y lo es desde su origen. Hay que hacer piruetas para hacer que las palabras digan cosas que no son, si alguno quiere salvar al progresismo y lavarle la cara. O entender las cosas como lo que no son.

- ¿Y acaso no es igual con los conservas?

- Creo que sí, en su medida. Pero...: ahí se equivocó, ¿ve? Porque sólo para un progresista, en principio, el opuesto es el conservador. Y sólo para un conservador, en principio, el opuesto es un progresista. El opuesto contradictorio de uno no es el otro. Hay un tercero que realmente lo es... De ambos. Y cuando esa tercera cosa aparece, siquiera un poco, ahí es cuándo. Ahí se ve cuántos pares son tres botas y qué le molesta más a cada uno de los dos, o a los dos juntos llegado el caso, y el caso va llegando cada vez más claramente. Y por supuesto que gente de mierda hay en todas partes, mala gente, con mala leche. Pero no hay progresismo bueno, en cuanto progresismo, se entiende. Ahora, si usted pone bajo ese nombre a la Madre Teresa, a Jauretche y Scalabrini, a Evita y a Don Bosco y a Martin Luther King, al Mahatma y a Don Orione (hoy es su fiesta, fíjese...), entonces eso es lisa y llanamente mala leche...

- Eso es como si me dijera que todo lo que diga el progresismo será falso, será mentira...

- Mire, cumpa: mentira y falso son cosas distintas. ¿Hace falta que se lo explique? Y la diferencia entre ambas cosas podría ser que lo dijere gente de mierda o no.

- No, entiendo, es verdad. Bueno, pero lo mismo: ¿todo el progresismo está mal?

- Ahora me agregó una cosa más...

- Oiga, no se haga el zonzo...

- Ya le dije: el progresismo en cuanto tal es una cosa de mierda. Pero eso no quiere decir que no haya allí cosas que en sí mismas no sean verdades, en realidad fenomenologías más o menos acertadas, pero el porqué y el para qué y hasta el qué..., ahí muestra lo que es. También hay de esos aciertos fenomenológicos en eso que usted llama los conservadores, para el caso. Pero, fuera de eso, y de las buenas intenciones, y alguna que otra cosa más, el progresismo en cuanto tal es cosa de mierda. ¿Se acuerda de lo que le dije varias veces? Eso de Chesterton...

- ...

- Fue en una carta al Clarion, en febrero de 1910, para la época en que publicó Lo que está mal en el mundo. Lo puteaban lindo de todos los flancos. Y él decía, para escándalo de un lado y otro, que si le pedían elogios o críticas para los socialistas tenía enormes cantidades de ambas cosas. Los alababa infinitamente porque querían aplastar la sociedad moderna y los censuraba infinitamente por lo que querían poner en su lugar. "Como supongo que el aplastamiento debe venir primero, decía, mis simpatías prácticas están principalmente con ellos."

- ¿Entonces?

- Que para empezar creo que el socialismo era entonces un nombre y una cosa que terminó siendo el progresismo en realidad, porque en realidad ya era progresismo entonces. Además, de entonces a ahora, el progresismo ha mostrado mejor lo que en realidad quiere aplastar. Y el socialismo -sea lo que fuere que quiera poner detrás y adentro de esa palabra- también quería aplastar como ahora algo que no es exactamente la sociedad moderna. De modo que no sé si hoy podría decir él mismo algo así. No era la sociedad moderna, ¿ve? Era, en todo caso, la tercera cosa, ésa que no son ni progres ni conservas. Pero fíjese que, a esta altura y más o menos desembozadamente, muchos conservas quieren aplastar lo mismo y eso en buena medida por lo que son, pero más que nada porque el progresismo les ganó la cabeza y el corazón. Y también porque quieren conservar cosas que mejor no existieran y lo quieren por razones que mejor no quisieran... Así pasa que hay quienes se rasgarían las vestes si les dijeran que son progres... de un lado y del otro, malhaya su estupidez. O mala leche.

- ¿Me parece a mí o lo veo medio enojau...?

- No, no. Enojado, no. Pero me pasó una cosa el otro día que me dejó estas cosas dándome vueltas en la cabeza y en el corazón... Y enojado no se puede ver bien...

- Ah..., cuente, cuente...

- No, mire. Mejor mañana. Se hizo tarde y hay que madrugar. Ya vendrá el cuento.