jueves, 10 de octubre de 2013

Noche de lluvia




Mientras la noche ahora es agua oscura
y el cielo, a ratos bronco, refucila,
por unas horas un rumor destila
tristezas de tormenta en la llanura.
Un ave quieta en su rincón vigila
que gota a gota drenen su frescura
las ramas del laurel desde su altura,
mientras las mece un viento que adormila.
Morosamente escampa, se oye un grillo,
una humedad de tierra anda en el aire
y el pasto exhala nieblas aromadas.
Las nubes se deshacen con donaire
y, mientras van al norte demoradas,
ya unos zorzales cantan su estribillo.