domingo, 22 de abril de 2012

Voz de un vino


No tiene voz este vino
ni dice palabras tintas:
si acaso, canta al venir
unas coplas como risas.

Ya en el tonel se madura
la mirada con que mira
y en la copa en la que yace
parece que se le anida
un resplandor tan oscuro,
dolor de tanta alegría,
que es como sangre que brota
de la más feliz herida.

No sé qué tiene ese mosto
que aroma hasta las hendijas
por donde viene hasta el alma,
que, cuando él llega, se entibia.
No sé por qué si en la noche
la copa borgoña brilla,
hay luz en todas las cosas
que se vuelven como niñas.

No tiene voz este vino
pero en silencio titila
como una brasa que duerme
debajo de sus cenizas.

No tiene voz este vino,
pero en él habla una viña
que no se mide con tiempo
y sabe lo que es la vida.