domingo, 18 de diciembre de 2011

Poetas y sables

Una muestra ligera, apenas unas pinceladas.

Valen lo mismo a veces para mirar los hilos más gruesos de las cosas.

Por ejemplo.

Una tormenta fallida podría habernos dejado sin poeta, y no es cosa de andar despreciando en la Argentina, que tiene más verseros que vates. Y eso es lo que dice Imponderables.

Hay también los trazos de una carta de un combatiente que alumbran rincones de la Independencia en ¿Por qué decían que era la cosa?

O un duelo a sable entre... ¡dos escritores!, en Quítame allá esos adjetivos como un signo rumboso de no pocas de nuestras esterilidades, bellas esterilidades, épicas esterilidades.