martes, 7 de junio de 2011

El crespín




Goloso pa’ la tristeza,
cuando la tarde se apaga,
quejumbres de amor perdido
llora el crespín en el tala.

Rojas las plumas le tiemblan
cuando el corazón le sangra,
y tiñe el aire del rojo
de su sangre cuando canta.

Lapachos van florecidos
y dejan la luz dorada,
y son mistoles las notas
que le trina la garganta.

Silba su pena el crespín
y la luna lo acompaña,
ya el monte duerme en silencio
un sueño de voz que ama.

Canta el crespín su agonía
y en los hondones del abra
un eco dulce entristece
las flores de la mañana.

Pasó la noche en el cielo
y en los brotes de una rama
dejó el crespín sus lamentos
temblando como guirnaldas.