viernes, 28 de mayo de 2010

El corazón del tesoro

Hay una expresión que, puestos a ver, creo que resulta siempre tan consoladora como inquietante. Y quizá más lo segundo que lo primero. Sobre todo porque me parece que suele verse menos lo que tiene de consoladora que lo que tiene de inquietante. Y, sin embargo...

Más allá del ingenio de los traductores, el hecho es que lo que dice Jesús según san Mateo o según san Lucas, es casi lo mismo. Podrá, eso sí y tal vez, causarle a alguno cierto escozor el que en un caso Jesús use un pronombre de respeto de segunda plural y, en el otro, uno más coloquial o próximo en segunda persona del singular. Mucho menos me ocuparía de las diferencias de ordenamiento sintáctico entre las dos versiones, reducidas a la ubicación de un solo verbo.
Hópou gár 'estin ho thesaurós sou, 'ekeî 'estai xaì he kardía sou.

Ubi enim est thesaurus tuus ibi est et cor tuum.

Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. (Mt. 6, 21)


Hópou gár 'estin ho thesaurós humôon, 'ekeî kaì 'éstai he kardía humôon.

Ubi enim thesaurus vester est ibi et cor vestrum erit.


Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. (Lc. 12, 34)
Esto lo dice Jesús mientras enseña a una multitud de “miles y miles”, dice san Lucas, durante el sermón de la montaña. Concretamente, Jesús está hablando en ese momento de las riquezas, de las terrestres y de las celestes, en oposición. No es que no se aplique, claro que sí. Tampoco es que no tenga que ver o haya sido dicha al pasar, eso no. Las riquezas, por cierto, siempre son un tesoro. Y ése es el problema inmediato. Siempre, además, son más un tesoro en el corazón que en el bolsillo o las manos (aunque esa sensualidad de las riquezas no es una tontera...) Y ése es el problema mediato.

En cualquier caso, me late que no se restringe la cuestión a la relación del tesoro de las riquezas con el corazón, o viceversa.

Ahora bien.

Corazón es una palabra fuerte en las Sagradas Escrituras. Muy.

Hasta donde sé, es, por ejemplo, unas tres veces más frecuente que Amor, ni más ni menos.

Corazón es un término fuerte, un concepto importante. Vaya novedad. Pero no es sólo un concepto, claro.

Es algo importante…para Dios. Y para el hombre, se entiende, aunque lo sabemos bastante menos. Y lo es para Dios, porque lo es para el hombre.

Tesoro, sin embargo, y en esta frase específicamente, tal vez no lo sea menos.

No tienen por qué entrar en competencia de importancia, pero me pregunto cuál de las dos es la mayor en este caso.