jueves, 1 de noviembre de 2007

Alumbramiento


A preñarte de besos madrigales
van las manos, los ojos y la boca:
te nacen de la voz mientras convoca
trigales en sazón, vientos raudales.
Y grávida y feliz, con la simiente
de la belleza toda en todo henchida
alumbrarás la luz, tú, concebida
turgente de canciones y sonriente.
Madura el surco, agita tu descanso;
ya te arraiga la siembra, ya te aflora.
Y es esta guerra a vida, ay, el remanso.
Breve en el aire leve de tu peso
vas culminante, plácida, sonora:
toda preñada en luz, en voz, en beso.