sábado, 18 de noviembre de 2006

Rap de Rep

Esto que dice -sugiere, insinúa, alude- Rep ya estaba -si no leí mal-, y entre otros lugares, en aquel libro sobre Rodolfo Galimberti. Y en la historia, seguramente. En la historia como fue.

Después de todo, por qué no, hay mitologías cómplices. Y ya que viene a cuento, tal vez cosas como la Revista Humor pueden ser una de ellas.

Habrá que revisar la historia alguna vez, otra vez, mal que le pese a los revisionistas de los revisionismos. Y revisarla mejor. No al modo de la quisquillosa rayuela de stalinistas vs. troscos, o de moscovitas vs. pekineses, o de titoístas vs. albaneses, o al modo de la reivindicación de la escisión de la escisión del ejército popular de los verdaderos populares...

Para lo cual se necesitará mayor agudeza -y coraje- que la agudeza de los agudos y el coraje de los corajudos. Si eso se puede. Si acaso. Y me da que no les hace falta a los deudos.

Hay un pasaje allí, en la recensión del libro de Andrés Cascioli, que debe ser un chiste más de los patrones de la revista-nave insignia de la 'resistencia':
Y si resistió, fue en gran medida porque se sintió, antes que nada, protegida por sus propios lectores y comprometida a seguir ante ellos.
Pues una de cuatro: o fue un milagro que sobreviviera (cosa que no sé si es palabra y cosa canónica en esos parajes...); o los milicos comechicos y omnipotentes eran unos mantequita que no podían por un cagueloso temblor de rodillas cerrar esa revista (y hubiera sido, después de todo, una más de todas las que cerraron en aquellos años, a derecha e izquierda, por derecha y por izquierda, y eso por hablar solamente de las revistas...); o la revista gozaba de un apoyo popular tal que hacía imposible cerrar semejante faro valiente (claro que apoyo semejante se ve que no alcanzaba para frenar más que un decreto de cierre de la revista Humor, cosa por lo menos curiosa, si vamos a ver...); o, también posible, se les pasó a los perspicaces y suspicaces guardianes de la antisubversión semejante cosa tan importante y grande, como esta muralla china de la cultura alternativa.

Habrá que ver qué mitología es la más conveniente, la más funcional al mito de la resistencia. Y habrá que mirarla bien. Para entenderla primero.

Y habrá que ver la resistencia de qué a qué. Y de quiénes a quiénes y por qué.

No es tan sencillo como los dos demonios. Ni tan sencillo como la pureza de sangre del anticomunismo de los anticomunistas. Ni tan sencillo como el patriotismo o la filantropía de unos y de otros. Ni es tan sencillo como el mito de la generosidad del militante heroico.

No es Boca-River.

Ni River-Boca es limpia pasión y camiseta.

En aquellos años, dicho esto rápidamente y a modo de simple ejemplo, los militares argentinos, pedisecuos de Mc Namara y la seguridad nacional de las multinacionales de la inteligencia macartysta, le decían dos veces que no a los EE. UU.: ante la invasión a Afganistán, en el '79, desconocieron los embargos y aumentaron sus exportaciones a la URSS y a los países del Pacto de Varsovia y sus alrededores. Durante la larga crisis de los rehenes en Irán, entretanto, tampoco 'obedecieron' el embargo de Carter y le vendieron granos a la revolución islámica de Khomeini.

Seguramente, Martínez de Hoz temía la resistencia popular argentina, o la presencia de la revista Humor. O había estado cambiando de bando y nadie se dio cuenta. O tal vez la militancia que resistía en la revista Humor salió indignada a arruinarles los negocios. O a sugerirles un negocio. O no les arruinó nada. O el negocio es el negocio. O quién sabe qué.

En fin, de todas esas cosas debe saber Rep más que yo, porque, además, el que está hablando de lo que él llamaría la sangre de sus muertos es él... Aunque no se dé cuenta.