jueves, 25 de mayo de 2006

Damna caelestia


En círculos que mudan y regresan,
(todas las cosas: lunas y estaciones,
el agua de este mundo, sembradíos,
el viento, el año, el día, los minutos,
y el verde como el ocre, cada ciclo,
cada flor, cada fruto, la semilla,
y la noche del cielo, las mañanas...)
todas las cosas, todas, todo rueda.
Menos mi vida, la vida de mi vida
que va, que sólo va, que sólo avanza.
Horacio se lamenta: no hay regreso,
caemos y seremos polvo y sombra.
Y acierta Quinto Horacio y se equivoca.
Porque vamos al fin hacia el Principio.