sábado, 1 de abril de 2006

The largest obstacle to prayer study

Me apuntan y me amplían datos.

Hay que ver lo que dice en esta versión, que es más completa.
Aunque el estudio fue diseñado rigurosamente para evitar distintos problemas que surgieron en estudios previos, los expertos dijeron que no podía superar el mayor obstáculo: la cantidad de rezos no conocidos que cada persona recibía de amigos, familiares y congregaciones de todo el mundo que rezan diariamente por los enfermos y moribundos.
El original está en el artículo de The New York Times:
The new study was rigorously designed to avoid problems like the ones that came up in the earlier studies. But experts said the study could not overcome perhaps the largest obstacle to prayer study: the unknown amount of prayer each person received from friends, families, and congregations around the world who pray daily for the sick and dying.
No sé por qué esto no sería -visto en esta perspectiva- una prueba indirecta del alcance de la oración, diríamos.

Reconozco que es una extraña forma de decirlo, pero...: acá llegó algo raro y no sabemos de dónde ni de quién, pero que llegó, llegó..., o, mejor dicho, no sabemos qué llegó, o no sabemos si llegó, o no sabemos de dónde, o no sabemos de quién, o no sabemos...

Risum teneatis...