martes, 28 de marzo de 2006

Vicios y pecados... e inversiones, claro, ¿por qué no?

Hace más de un año que la BBC le da vueltas al asunto. En algún momento advirtió que el tema movía opinión. Primero preguntó qué pecado agregarían los ingleses a la lista de los 7 capitales. Después preguntó por cuáles 7 pecados "nuevos" reemplazarían los 7 "viejos". Encargó una encuesta y tuvo sus resultados.

Por supuesto que el tema es interesante. No para discutir el ranking. No para embretarse y enredarse las tabas en la discusión. Pero sí para pensar algunas cosas, lentamente, sin atolondrarse.

Por ejemplo, y para empezar, hubiera esperado una impugnación más firme de la propuesta y de las preguntas. Empezando por impugnar la palabra "pecado". Me preocupa que no lo hayan hecho.

Hay miga, sí.

Incluso por las migajas que se caen de la mesa... Como esta perlita, traída a cuento por los propios ingleses: The Vice Fund y sus fines...

Y en cuanto a lo que decía del concepto de pecado, por ejemplo, algo parece que tienen para decir, viendo las consideraciones que hacen acerca de su naturaleza, en el párrafo que termina con esta patinosa definición:
The practical purpose of the "seven deadly sins", then, has not been eradication but moderation: they have served to remind people not to be too greedy, too jealous, too lazy et cetera. Excessive repetition of one such sin would constitute a vice.
No deja de ser curioso también -y muy- que este artículo de British Council Magazine diga, al final:
We can only close by asking a question to which we have as yet no answer: given our apparent concern with the "sins" of cruelty, selfishness and hypocrisy, is it not time to take a deeper look at the very nature of modern investment practises as a whole?
A propósito, muy simpática la advertencia de que tocando cualquier palabra del artículo, Cambridge Dictionaries Online presta sus servicios...

El hecho de que no tengan "aún" una respuesta para semejante pregunta -quienes custodian con gárgolas temibles el lugar donde hacen negocios y en el cual Su Graciosa Majestad no manda...-, no deja de ser un dato ilustrativo.

Como mucho más ilustrativa es al respecto una breve expresión:
So, our moral priorities today appear to be more humanist than spiritual...
Frase sibilina, también, aunque creo que se entiende por donde pasaría la distinción entre lo humanista y lo espiritual (dicho sin rigor alguno, como se entiende fácilmente, aunque se ponga la mejor voluntad o no se haya estudiado mucha filosofía o teología.)

Todo lo cual -qué remedio queda- da pie para volver sobre las nuevas leyes y los nuevos mandamientos. Porque, después de todo, tener nuevos pecados capitales no es más que la contracara de la búsqueda de un nuevo decálogo.