jueves, 16 de junio de 2005

La España de charanga y pandereta...

Está muy pero muy mal intervenir en los asuntos internos de otro país... Es meter el dedo en la llaga. Que, además de estéril, es un ataque por la espalda, si se quiere. Lejos de mi ánimo.

Pero no estaba nada mal aquel pedagógico y mecánico 'aristón poético o máquina de trovar' de Meneses, que Machado Antonio había pergeñado en La metafísica de Juan de Mairena.

Tan ingenioso era el artificio que daba cosas rarísimas como estos versos:
Dicen que el hombre no es hombre
mientras que no oye su nombre
de labios de una mujer.
Puede ser.
Hace milenios que los españoles de la España de charanga y pandereta, los del espíritu burlón y el alma inquieta, no leen a Machado.

Ni nada.