Pero no estaba nada mal aquel pedagógico y mecánico 'aristón poético o máquina de trovar' de Meneses, que Machado Antonio había pergeñado en La metafísica de Juan de Mairena.
Tan ingenioso era el artificio que daba cosas rarísimas como estos versos:
Dicen que el hombre no es hombreHace milenios que los españoles de la España de charanga y pandereta, los del espíritu burlón y el alma inquieta, no leen a Machado.
mientras que no oye su nombre
de labios de una mujer.
Puede ser.
Ni nada.