viernes, 25 de marzo de 2005

Mire y aprenda: así se hace 'cultura'.

Hay otros modos, es verdad. Uno, por ejemplo, puede pararse sobre un cajoncito de frutas y, haciendo equilibrio, pregonar un discurso laicista, algo bien ácido, crítico, irónico, mordaz, iconoclasta, jacobino. Total, materia para desgranar dos mil años de toda clase de cosas, no va a faltar.

Pero eso no sé si no es demasiado obvio. Y creo que sí.

Decía un conductor jovencito y progresista el otro día en un programa de radio: "No estoy de acuerdo con las declaraciones de Hebe de Bonafini diciendo que el Papa se va a quemar en el infierno... Porque eso quiere decir que Bonafini cree en el infierno..."

Por eso. Lo que es cultura, creo que se hace de otro modo. Cultura es otra cosa. Destila más lentamente. Impregna de otro modo. Tiene que llegar -como el aceite- al centro de una piedra y eso lleva su tiempo. Si uno quiere un cambio cultural, necesita millones de pequeños gestos, pequeñas palabras. Se va poblando el mundo de imágenes nuevas. No es que no haya que hacerlo todo. Pero la aproximación indirecta tiene una cierta eficacia.

Sobre todo porque es el modo de hacer normal, natural, espontáneo, habitual lo que de otro modo sería envarado y forzado, con aire a militancia, como imperativo extrínseco. Tiene que ser algo 'como quien no quiere la cosa...'

Tiene que ser algo que uno se haya convencido de que es lo que corresponde, que está bien, que no tiene objeción alguna.

Gramsci (y hasta el viejo Lenin o Mao, por nombrar algunos más recientes y perspicaces) le daría la razón a nuestro joven conductor: hay que tener cuidado con las palabras y las imágenes que se usan. Hasta que no se substituyan las 'indebidas', a la gente le será más fácil creer. En Dios, por ejemplo. Esto no quiere decir que vayan a creer. Quiere decir que si aceptan creer, el paisaje los ayudará un poco si les es homogéneo. Ya decía el italiano algo así como: 'mientras siga habiendo gramática, la gente seguirá creyendo en Dios'.

Somos animales simbólicos, después de todo. Las cosas que vemos y oímos, algo más nos dicen, además de lo que vemos u oímos.

Hoy es viernes. Viernes Santo para más datos. Ayuno. Abstinencia.

Es decir, quién sabe si no es buen día para hablar de un buen asado. Especialmente para evitar el cajoncito de frutas (y usarlo para hacer el fuego, en todo caso).

Y especialmente un buen día para hacer 'cultura'...