lunes, 28 de febrero de 2005

Y al fin, pasadas las seis semanas de trabajos, de vuelta en casa

¿Podría poner aquí todas las cosas vistas? ¿Podría -debería- hacer la verdadera cuenta de cosas?

Me acuerdo de Chesterton: ¿qué debo decir: lo que todo el mundo diría que ocurrió o decir lo que 'verdaderamente' es?

No. Mejor callar la mayor parte de las cosas. Las que verdaderamente son y fueron. Hasta que vayan saliendo tal vez, si acaso, si salen, si aparecen, si deben salir a la luz.

Et si non, non. No soy yo quien decide eso enteramente, después de todo.

Uno teme siempre trivializar, tratando de explicar.

Pero lo cierto es también que uno se lleva algo de todas las cosas, algo de todo lo que vivimos y vemos va donde vamos.


Así es como muchos indígenas que vi, verdaderamente se asustan cuando los turistas pretenden sacarles una foto 'pintoresca'.

De verdad creen que algo de su alma se va con el turista y con la fotografía que les toman.

No saben la razón que tienen. O sí.