sábado, 11 de diciembre de 2004

Y en algún momento se callaron, al fin, las voces que discutían a los gritos sin parar, en el tren. Y, como se callaron, algo pude pensar. Siquiera apenas para enhebrar preguntas y más preguntas.

Creo que hay que decirlo del modo más breve posible: ¿es verdad que vivimos en una civilización cristiana?

¿Qué parte de la civilización en la que vivimos es cristiana?

¿La cultura, los libros con los que estudian mis hijos en un colegio de monjas, la ONU, el arte, las leyes de los parlamentos, la enseñanza oficial, la política, la música, los discursos políticos, el Parque de la Costa, las películas de cine, los videojuegos, los juegos de preguntas y respuestas en la televisióin, la poesía, el sistema operativo de Windows, la homilía de mi párroco, el premio Nobel, el Dalai Lama, la playa de Punta Mogotes?

¿León Giecco, el ministerio de Economía, las Flores de Bach, los editoriales de los diarios, Berlusconi, Homero Simpson, Stephen Hawking, la central de trabajadores, los nombres de las calles, Dick Cheney, las revistas de actualidad, el ministerio de Educación, la revista Newsweek, Mirtha Legrand, Beckham, las campanas de las iglesias sonando al unísono el Angelus a las 12, The Times, la banca Morgan, los miles de millones de niños que rezan antes de acostarse, la Pepsi, los piqueteros, el diario Infobae, Madonna, la fábrica Renault, la ingeniería genética, Daniel Scioli, la publicidad, Oliver Stone, los deportes grupales o individuales, la Oreja de Van Gogh, el diario Clarín, Ronaldinho, la Sociedad Rural, las Spice Girls, el cura Farinello, Lady Di, el centro de esquí de Las Leñas, Sean Lennon, Microsoft, las murgas de carnaval, la torre del BankBoston en Retiro, ESPN, el congreso de la lengua española, la ley de divorcio, los planes del Promin en la provincia de Buenos Aires, Tinelli, la cadena Antena 3, los recitales de Charly García, las declaraciones del Tolo Gallego, Almodóvar, la Suprema Corte, la Scala de Milán?

(No, no pienso hacer la lista completa...)

¿Cuáles de todas las cosas que nos rodean cada día, que se levantan con nosotros y se acuestan con nosotros a la noche?

¿Qué parte de las Iglesias y credos y cultos y sectas son la parte cristiana de nuestra civilización?

¿Qué parte de la Iglesia católica es la parte cristiana de nuestra civilización?

¿Tenemos una civilización?

Perdón. Vuelvo a preguntar: ¿que parte de la civilización en la que vivimos es cristiana? O pregunto al revés: ¿en qué, en dónde, está la inspiración cristiana de la civilización cristiana que vivimos y en la que vivimos?

Lo voy a preguntar de otro modo: ¿cuál es la parte de nuestra de nuestra civilización de todos los días, durante años de nuestra vida, que se siente ofendida en su cristianismo por una manifestación anticristiana?

Lo voy a preguntar de otro modo: ¿hay alguna, hay algunas, de las cosas que nos rodean todos los días, cosas que los cristianos o no cristianos pensamos y hacemos todos los días siguiendo la corriente de nuestra civilización, cosas civiles o eclesiásticas, profanas o del ámbito sagrado -cosas que incluso pensamos, profesamos y hacemos siguiendo los dictados de lo que decimos cristiano en nuestra civilización-, que ofenda al cristianismo, que hiera al cristianismo, que contradiga o niegue al cristianismo?

Una ofensa, una negación, una contradicción es una ofensa, una negación, una contradicción. Siempre. No se disuelve una de ellas porque esté rodeada de muchas de ellas. Por más que haya millones alrededor, cada ofensa es una ofensa, cada contradicicón es una contradicción, cada negación es una negación.

¿Alguien me podría ayudar, siquiera podría acompañarme, a hacer la lista lo más completa posible -también jerárquicamente completa, además- de ofensores y ofendidos, a hacer una lista de ofensas? ¿A hacer el boceto, el identikit de nuestra civilización y ver cuánto tiene de cristiana y de ofendida por las ofensas anticristianas?

¿Es lo mismo una ofensa al cristianismo, a Cristo, su Madre, su Iglesia, que una ofensa a nuestra civilización cristiana? ¿Ofende a Cristo, a su Madre, a su Iglesia, al cristianismo de nuestra civilización?

La mitad me va a acusar de minimalista, la otra mitad de maximalista y la otra mitad de cosas peores. Me van a decir que al final de una lista más o menos completa no queda nada, o casi nada, en pie. Mala suerte. Pero igual prefiero hacer la lista. Por lo menos para saber de qué estoy hablando cuando hablo de la fe ofendida de la mayoría del pueblo argentino.

Quiero saber más temprano que tarde si no es un argumento de conveniencia el sedicente cristianismo de la sociedad -de conveniencia para los amigos de los palos o para los amigos de las velas-; quiero saber qué quedaría de nuestras carnes si hiciéramos un ayuno por cada ofensa de nuestra civilización al cristianismo.

No vaya a ser cosa que, al final, hablar del cristianismo ofendido de la mayoría del pueblo argentino resulte una ofensa al cristianismo.

No será la primera vez que los Sumos Sacerdotes se rasguen las vestiduras por las blasfemias, y se cubran las cabezas con cenizas de penitencia, mientras piden la ejecución de Cristo.

No será la primera vez que los liberadores de Israel, prefieran vivir ellos y que muera el Libertador.

Y no será la primera vez que el pueblo siga a los sacerdotes de Israel, o celebre la guerra civil contra Roma, aunque no entre al Pretorio porque quiere celebrar la Pascua sin contaminarse.

Veré qué resulta.

Pero sé que todavía me falta hablar del sexo y todos sus arrabales. Tal vez con otro viaje en tren....